lunes, 17 de noviembre de 2014

Caminante


Había una vez un caminante que se había aburrido de lo que era porque no se sentía especial y decidió convertirse en viento. Al ser viento se dio cuenta de que no podía ser único, porque todo el viento es uno solo. Luego decidió ser agua. Al ser agua se dio cuenta que no podía ser único porque toda el agua es una sola. Luego decidió ser fuego. Al ser fuego se dio cuenta que no podía ser único porque todo el fuego es uno solo. Luego decidió ser luz. Al ser luz se dio cuenta que no podía ser único porque toda la luz es una sola. Al darse cuenta de esto, decidió ser caminante nuevamente porque se dio cuenta que ya era lo suficientemente especial formar parte de un gran grupo; las personas. Se dio cuenta que las personas son una sola.

Y siguió caminando.

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