miércoles, 31 de agosto de 2016

En La Pared


¿Dónde están ustedes?
¿dónde estuvieron?
yo no sé qué comías
ni tu color favorito
ni tu cicatriz más fuerte
no sé si contabas chistes
o si buscabas siempre ver el atardecer
no sé si trabajabas el maíz,
el frijol,
las hojas
o las palabras.
Tanto que quisiera conocer de ti
quisiera conocer todos los rostros,
aqueos que empapelo en la pared,
saber sus pasiones y sus miedos
pero conozco algo que no sé nombrar
eso que nos une sin tiempo
ni espacio;
nuestras luchas de alguna forma,
están unidas
y yo les beso sus mejías,
sus ojos,
sus narices
sus frentes
y sus militancias
y se los dejo en este poema de amor
que no sabe cómo más decir
gracias.

POR TODXS LXS DESAPARECIDXS
¡NI EL OLVIDO!
¡NI EL PERDÓN!
 

viernes, 26 de agosto de 2016

Moverse


Si nuestros cuerpos no se tocan, no se acercan, no se mueven y no se rozan, se olvidan… se quedarían estáticos. Los poros servirían como guía de la ruta que las grietas se abrirían paso y con cada vez que una grieta avanzase, menos nos daríamos cuenta que existe.

Tanto nos olvidaríamos que lo tenemos, que ni nos veríamos a los ojos y estos, se secarían con el paso del tiempo de tan severa forma, que ni lágrimas saldrían de nuestros ojos al sentir el crujido del párpado cansado de no ser encargado de tomar buenos momentos.

Y es que no es poco el sufrimiento casi imperceptible de la quietud y de la rigidez, que hasta a nuestros labios se les olvidaría besar, gritar y ser lamidos.
Sería el final del ser sin dejar de ser visto, solo que ya no notado.

Y tan fuertes serían las consecuencias de dejarnos de mover y de lubricar cada vértebra y articulación, que se nos olvidaría que siempre han habido personas que se tocan, se besan, se abrazan, se sienten, se comparten, se disfrutan y sobre todo, se nos olvidaría que la gente se mueve porque lucha.
Eso sobre todo.

miércoles, 3 de agosto de 2016

¿Tres niñas de Guatemala?

Esa niña tenía seis años. Era de Guatemala y no moriría de amor, pero el corazón le latía como si intentara salir de entre sus costillas.  Era pánico, era terror.  No lo sentía, lo era. Oraba para que la catástrofe no llegara, para que no se hiciera pobre, ni ella ni su familia; ni ahora, ni nunca.  Porque de ser pobre, sería india.

La misma noche, otra niña a sus doce años oraba para evitar la catástrofe que temía.  Ella también era terror y pánico, pues tampoco lo sentía, lo era.  Él volvería con su mujer y ella no moriría de amor, pero sentía un deseo extraño y profundo, que se volvía culpa y temor.  Entonces oraba para que no llegara la catástrofre, para que no se hiciera lesbiana por ese deseo, ni por ese beso. Porque de ser lesbiana, sería puta.

A la noche siguiente, otra niña de ocho años. Sin ramos de lirios, sin orlas de reseda, y sin jazmín, no moriría de amor, pero soñaría terribles pesadillas en las que su cuarto se llenaba de humo, un humo verde que, aunque le provocaba carcajadas, le hacía sentir naúsea y terror. Despertó y se castigó porque sabía lo que soñaba, sabía lo que deseaba.  Como castigo se impuso la oración.  Oraba para que ese humo alucinógeno no llegara nunca a su corazón, ni al de su hermana menor.  Porque si un día fumara, sería ladrona.

De aquella niña ladina, no cambiarían nunca sus rasgos físicos, ni su identidad cultural.  No llegaría a ser "india", ni usando un traje diferente, ni viviendo en otro lugar.  Lo que sí cambiaría sería ese prejuicio que llegó de repente, quién sabe de dónde, de que la pobreza es una cuestión de "raza" o de "cultura".

Ni al tener sexo con su novio, ni al tener sexo con su novia, la otra niña, llegaría a ser "puta".  Ni realizando las aventuras sexuales que fantaseaba, ni teniendo más sexo del que quería.  Lo que sí llegaría a ser es una mujer transgresora, que aprendió a desoír el que dirán, a desoír a familia, amistades y ciencias.

Del mismo modo, ni fumando mota, ni probando tachas, ni viajando con drogas virtuales, se haría "ladrona" la tercera.  A lo más que llegará es a subir el precio de sus pasteles y galletas (mágicas) según el lugar en que los venda, pero eso no es robar.