martes, 30 de abril de 2013

Sobre la marcha, el condicionamiento, la colectividad, el poder y otras cosas... 24/04/13














PRONUNCIAMIENTO DESDE LA PSICOLOGÍA ANTE EL CASO GENOCIDIO


Ante los múltiples tropiezos que enfrenta la justicia respecto del caso por genocidio, manifestamos la importancia que tienen los escenarios de verdad, reparación y justicia. Nuestro rechazo es ante la falta de justicia el impacto que la misma tiene sobre las víctimas del Conflicto Armado Interno.

En nuestra calidad de psicólogas y psicólogos de la Escuela de Ciencias Psicológicas de la Universidad de San Carlos y otras universidades del país, también manifestamos nuestra preocupación, especialmente por las víctimas y sobrevivientes Ixiles que testificaron con valentía desde el 19 de Marzo al 19 de abril, cada uno de sus relatos conlleva una memoria viva, que está a la espera de ser escuchada por el pueblo de Guatemala. Ante estos esfuerzos de verdad, reparación y  justicia, no podemos dejar de hacer mención desde de los diversos impactos psicológicos y psicosociales que han sufrido las víctimas,  a través de los años transcurridos, así como a otros daños a los que se han visto expuestas por romper el silencio en un juicio por justicia.

Primer escenario: Conflicto Armado Interno
1.      El daño a la integridad mental traducida en ruptura de proyectos de vida, individuales y colectivos al verse afectados de manera directa, por el conflicto armado interno, cuando fueron agredidas físicamente, despojadas de sus viviendas, bienes materiales y de su propia tierra.
2.      Ruptura del tejido social, siendo una de las formas el perseguir  y asesinar o desaparecer a sus líderes, generando en las nuevas generaciones brechas fuertes de subordinación y polarización social, que también son sensibles con vacíos de la historia en donde la memoria histórica no tiene lugar, afectando la organización comunitaria.
3.       El duelo alterado por centenares de personas asesinadas y desaparecidas, genera en las familias incertidumbre, tristeza, tortura psicológica  y provoca estigmatización social por no saber su paradero.
4.      La violencia sexual en mujeres dentro de este marco, ha implicado vivirse en vergüenza, culpa, embarazos y matrimonios forzados, provocando impotencia y trauma extremo, así como estigmatización por parte del entorno social que les condena, dejando de lado todo apoyo social para sobrevivir.

Segundo escenario: romper el silencio
5.      Al calificar a las víctimas testigas y a quienes sin haber testificado sostienen la misma verdad “mentirosos”, por romper el silencio, se está estigmatizando nuevamente cuestionándose su verdad y vulnerándoles socialmente.  Actos como estos también pueden generar apatía y desinterés del conjunto de la sociedad hacia los hechos que vivieron, así como el señalamiento de que las víctimas son mentirosas y que solo por interés accionaron.
6.      Romper el silencio implica psicosocialmente hablando, poner fin a muchos años de dolor silenciado, vencer el miedo y accesar al reconocimiento público del daño, elemento importante para los procesos de memoria histórica y proyectos de vida.
Tercer escenario: presentarse al juicio y lo que implica que el juicio no continúe.
7.      Para las víctimas la negación de justicia puede provocar re-victimización y eso provocaría daños psicológicos en el presente, es decir, que la salud mental se puede ver afectada una vez más y por factores que pueden (y deben) prevenirse. 
8.      El retroceso en la sociedad al señalar, por sectores interesados en la impunidad, que la búsqueda de justicia promueve el divisionismo social, promoviéndose de esta forma únicamente la violencia y  la discriminación hacia quienes buscan justicia por medio de los mecanismos legales que provee el sistema de justicia guatemalteco.
9.      La sociedad e instituciones no deben quedarse calladas frente a lo acontecido. Que la gravedad de lo que hoy se conoció en voz de las víctimas Ixiles, reclama que se profundice, que se discuta, que hay responsabilidades institucionales y profesionales que debe asumir lo que les corresponde y este grupo, como psicólogas y psicólogos resaltamos la necesidad de preguntarnos qué estamos haciendo frente a esta cauda de dolor, sufrimiento e ignominia de la población Ixil.

Por lo que solicitamos a las autoridades correspondientes, se tome en cuenta este  aspecto y que las victimas testigas sean protegidos y protegidas de cualquier daño a su integridad física y mental.

Este juicio ha mostrado muchos de los problemas que tiene el sistema de justicia nacional, los que muchos de los casos que no tienen la cobertura mediática también sufren, pero cabe mencionar que en particular para este caso se ha mostrado que la justicia es lenta.  No sólo porque los hechos que hoy se juzgan ocurrieron hace 30 años, además porque la demanda fue interpuesta hace más de diez años; pero especialmente porque los recursos legales que las partes han presentado han tenido como efecto general el retraso del proceso. 

Aún más grave, el punto al que se ha llegado cuando se acercaba el final de las audiencias del juicio oral y público, no implica solamente un atraso en el caso, sino la posible anulación del juicio y la posibilidad de que las audiencias se repitan.  Esto nos preocupa porque, como psicólogos y psicólogas, advertimos los riesgos que esto implica para quienes con valor y ante la mirada de muchísimas personas (en todo el mundo) se han expuesto, como se dijo antes la posibilidad de re-victimización,  pero no sólo.  Existe también la posibilidad de que, decepcionados y decepcionadas del proceso no logren confiar de nuevo en el sistema de justicia y los actos atroces que se están juzgando terminen en la impunidad.

Además para la población en general es una oportunidad para abrir espacios de diálogo y reflexión sobre los hechos que la sociedad guatemalteca ha vivido y permitido a lo largo del tiempo, promoviendo la convivencia y el disenso pacífico como una forma de relación que nos lleve a transformar nuestra cultura de violencia a una verdadera cultura de paz, basada en el respeto y la aceptación diversa del otro.

Mónica Pinzón                                 
Marina de Villagrán                       
Emma Estrada  
Mariano González                          
Ronald Solís                                      
Herbert Bolaños
Eduardo Woltke                              
Amílcar Paredes                              
Rosa Pérez de Echavarría
Marco Antonio Garavito              
María Renee González

viernes, 26 de abril de 2013

La lágrima

Todo empezó por la mañana
justo antes de empezar la caminata.
Todos celebran los nacimientos, pero este no.
Este empezó en un sueño que al abrir los ojos
de repente amaneció.

Siguió como en un laberinto hacia los ojos
pero sólo de entrada y no de salida.
Bajó con la curvatura de la cabeza
y se dio lugar en la garganta.
Se detuvo en la boca del estómago
como una herida con limón.

Continuó hasta el estómago
donde dejó de respirar.
Así se mantuvo hasta que la traicionó el oxígeno.

Como si nada, subió para respirar
Casi por el mismo trayecto que cuando bajó.

Por enojada, decidió estancarse en la garganta
pataleando en silencio.
Hasta que en un momento regresó a los ojos
pero ahora ya no entrando, sino que saliendo.

Y hasta entonces... respiró.

La Danza de la Vida

No por ir al ritmo de los demás vamos a atorarnos y a tragar cosas que no nos tocan o no nos pertenecen.
Cada quien tiene su propio ritmo, su propio crecimiento. 
Al ir al ritmo de los demás pecamos por envenenarnos voluntariamente.
Yo voy a mi ritmo y tiempo. 
Es muy cansado ir al de los demás tan de prisa; ya me cansé y estoy exhausta.
Hoy camino a mi son sin preocuparme por ofender al de los demás sólo por ser diferente.
Hoy bailo, hoy bailo a mi ritmo.

martes, 23 de abril de 2013

A la Vista

Te veo el alma
te veo el pensamiento
te veo la sangre
te veo la vida
te veo de lejos
te veo de cerca
te veo porque observo tus ojos.

jueves, 18 de abril de 2013

¿Un concierto de Charly García?


Esta noche de elecciones en la escuela he tenido un sueño, ahora se los cuento:
Al llegar al CUM he visto cómo muchísimas multitudes intentaban llegar al edificio A, tantas que costaba abrirse paso.  Para llegar a la puerta he tenido que empujar a muchas personas, golpeando a algunas.  Ha sido difícil llegar, pasando entre encapuchados que visten completamente de negro, con una túnica y otros que usan la capucha mitad negra, mitad fucsia; además pasé entre muchas personas que vestían atuendos de roqueros y roqueras, pulseras con púas, cinchos muy anchos, de cuero, con hebillas y adornos con forma de calaveras, botas con puntas de acero.  Muchísima gente con rasta, incluso empujé a muchos y muchas hippies, que se drogaban mientras se acercaban a la escuela.  Curiosamente, aunque mucha gente empujaba detrás, los y las hippies tenían espacio suficiente para moverse con los brazos abiertos, algunos estaban sentados y otras bailaban frente a estos, muchas personas tocaban guitarras, algunas acústicas y otras eléctricas, cantaban canciones (himnos, me dice mi conciencia) en otros idiomas.
En la entrada al edificio A, de nuevo, parecía imposible pasar.  Aquí estaba lleno de guardias de seguridad, primero los que están típicamente en un concierto, luego los que son guardaespaldas… pero más allá de las dos murallas, muchísima gente hacía malabares, con bolitas, jaquis, clavas, botellas, naranjas, huevos, con zapatos de payaso e incluso con bebés.  Entre tanto objeto volando era difícil pasar sin recibir un golpe, y la gente reía al ver que alguien recibía en la cabeza un huevazo, con la consiguiente chorreada de clara y de yema.
(Como era mi sueño) Logré pasar hasta el patio del edificio A si recibir ningún golpe, más bien, pasé jugando con algunos de esos objetos.  Ya en el patio me di cuenta que un hombre estaba en el tercer nivel del lado este (arriba de la dirección), anunciando que las elecciones se acercaban y que la gente debía hacer filas para emitir su voto, que por favor lo hicieran con cuidado para que nadie se lastimara.  Casi machucando sus palabras empezó el grupo de estudiantes entre quienes habían fresas y peludos, unos con caites y otras con botas de felpa, gente de morral y con bolsas de cuero, con atuendo de oficina y de playa, además eran estudiantes de todas las épocas, allí estaba Chepe sin canas, Mariano de patojo, Bruce con pelo largo, Jorge sin barba, Paty Alfaro con un vestido largo, Fredy Muñiz con playera de El Incienso, José Jurado con el pelo agarrado en una cola… Dina y Rosario Elias llegaron Juntas, Marina Villagrán caminaba con Miriam Ponce, las dos con peinados de los setentas… en fin, aquel grupo de estudiantes de todos los tiempos empezó a cantar una canción… todos miraban hacia el segundo piso, como si se estuvieran despidiendo de alguien, pero no con tristeza, sino con muchísima alegría. Ese alguien desde el balcón lloraba, pero no con tristeza sino haciendo berrinche, no podía verle porque esta persona estaba en el pasillo sur, (sobre el auditórium) y mi posición no me permitía verle.
La canción que los y las estudiantes cantaban decía:
“Los amigos del barrio, pueden desaparecer;
los cantores de radio, pueden desaparecer;
los que están en los diarios, pueden desaparecer;
la persona que amas, pueden desaparecer;
los que están en el aire, pueden desaparecer;
los que están en la calle, pueden desaparecer;
los amigos del barrio, pueden desaparecer.
Pero…”

18 de mayo de 2010

miércoles, 17 de abril de 2013

La Otra Cara de la Moneda

También ha de ser duro
no sentir como quisieras sentir
tal vez pueda no importarme
o tal vez si.
También ha de ser duro
no amar como podrías amar
a tu opaca compañera.
También ha de ser duro
tener una imagen que no has de querer cargar
porque por ser duro, ha de pesar mucho.
También ha de ser duro
no sentir como quisieras sentir
sólo por no dejarte tocar.
También ha de ser duro
tener dos penes
uno para orinar y otro para matar.

Yo me compadezco
porque creo haberme podido liberar
o eso me gusta pensar.
Pero tu, que así creciste,
¿así te morirás?

A qué huele el coño

Quiero introducirme con un texto que no es de mi propiedad, pero no lo pude haber dicho mejor...


"A QUÉ HUELE EL COÑO

El otro día, después de una comida muy agradable con gente muy bonita, a orillas de un volcán, un hombre, joven, guapo, inmerso en el mundo ”espiritual”, quiso hacerse el gracioso con un chiste sin ninguna gracia.
Yo, en luna roja, estaba delante.
La frase fue esta
”Me imagino a esa mujer sin bragas paseando en bicicleta y un hombre preguntándose ” chacho! y ese olor a pescao?”
A lo que siguieron unas risas forzadas cómplices de cualquiera que quiere hacer una gracia, diga lo que diga. Así de estúpid@s somos a veces los hombres y las mujeres. Tenemos tanto miedo a no ser aceptad@s por la manada que vivimos en contra de nuestros deseos, de nuestras ideas, diciendo sí cuando queremos decir no, riendo sin ganas, asintiendo con la cabeza mientras l@s otr@s hablan, sólo por no ser echados del grupo.
Por no quedarnos sol@s. Es un instinto de supervivencia que viene con nosotr@s. Sol@s, en el Paleolítico, no sobrevivíamos.
Y puede que hoy tampoco .
Pero yo creo que se puede un@ arriesgar a decir lo que piensa. Creo en el acto subversivo de no reirle a alguien las gracias en público. A riesgo de ser expulsada . Confío en el camino anchísimo que se abre el vivir sinceramente.
Así que, ese día, contesté:
” Mira, acabas de hacer un comentario muy desafortunado, sabes por qué? Porque no se qué coños habrás olido en tu vida, pero te aseguro que el mío no huele a pescado. Sabes a qué huele mi coño? A fruta madura, a sangre, a vida . Mi coño es sagrado. Y no te permito delante de mí, que menosprecies el olor del coño. Porque por chistes como éste venimos las mujeres arrastrando muchos siglos de represión. Ocultando nuestros flujos a l@s otr@s y a nosotras mismas. Por hombres así hemos tratado nuestro cuerpo como si fuera sucio y estuviera enfermo. Tu chiste favorece a un sistema patriarcal y machista que ha destrozado la sexualidad de la mujer y la ha pervertido. Nuestros flujos son los ríos de la vida.
Avergüénzate, sí, de hacer ese chiste. Y delante de mí, al menos, honra el olor sagrado que te dio la vida.“
Respetémonos, mujeres, que no nos repriman más.
Y que la re-evolución del ser humano, empiece por aquí."

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El texto pertenece al blog viajaamor.wordpress.com de una chica. 
Como comentario personal, no creo que solo nosotras hayamos permitido llegar a esta situación, sin embargo, no hemos hecho mucho para darnos a respetar. Hace unos días escuché la frase "el cuerpo es un monumento a la vida", y ahora también pienso "la vagina es un monumento a la vida". 
El cuerpo femenino sea cual sea su figura es digno de respetar y digno de celebrar. Todos emanamos olores y aunque no estemos acostumbrados a algunos, las mujeres debemos estar orgullosas de los que tenemos y ¿por qué no? de cómo olemos sin que nos de pena "ofender" a alguien más que, en la gran mayoría de los casos, seguramente no está por obligación cerca de nuestras vaginas. Como bien dice la chica en su blog "Sabes a qué huele mi coño? A fruta madura, a sangre, a vida". Somos vida, somos mujeres. Celebremos serlo con una de nuestras distinciones; la vagina.
-Paula






martes, 16 de abril de 2013

Colectividad: conjunto bajo un mismo fin... acervo, cumulo, lucha, montón, grupo, pluralidad, sociedad, manos, pensamientos, acciones, sentimientos, emociones; en conclusión común...

¿Diálogo Entre Líneas de Dos Hombres Machos?


Los machos no lloramos
                         Porque no sentimos.
Los hombres llorones
                                     No son hombres sino gays.
Juguemos a ser
                                    O a tener
(ambos)  El más grande
Pene!
                                     Carro
Lapicero, teléfono
                                     Apellido, corbata…

MONÓLOGO INTERNO DE CADA HOMBRE MACHO 
QUE SIGUE AL DIÁLOGO ENTRE LÍNEAS

Yo gano en el pene y vos en el carro,
                                     Yo gano en el lapicero y vos en el teléfono
Yo en el apellido, vos en la corbata
                                     Yo en la casa, vos en el sueldo
Yo en la pistola, vos en la cuenta de amantes

RESPUESTA SILENCIOSA Y CONCLUSIÓN SINCRONIZADA, 
LITERAL Y PERFORMATIVA

(ambos, bajito) ¡empate!

(ambos, gritando) ¡¿vamos a chupar?!

(y salen)

¿No es Cansancio?


Cuando escribo esto: si el mundo se detiene, seguro me caigo.
Y quizás no trataría de levantarme.
Quizás me quedaría sentado, o caído…
Tal vez me dejaría caer, si es que no me caigo.
Tal vez, cayendo, por temor o por orgullo, pensaría en levantarme,
pero seguro que en el piso, me decido a quedarme.

No es depresión.
No es negativismo o pesimismo.
No es cansancio, ni desgano.
No es miedo.

Es que hoy es uno de esos días en que la noche será larga,
no para el descanso, sino para el trabajo.
Y mañana debe alcanzarme para terminar lo pendiente,
para mejorar lo malogrado,
para decidir lo pospuesto,
para cumplir las promesas y realizar los sueños,
para contagiar de entusiasmo y celebrar.

Mañana será un día corto,
no me alcanzará el tiempo para nada…
Y si no dejo de escribir estas reflexiones
la noche también, aunque larga para el trabajo,
será muy breve en logros…

¡Qué bueno! que a mi lado
Te desvelas amor,
Dedicada al trabajo
por un mundo mejor.

Poema sin título

Hace algún tiempo recibí este texto, compartido por una mujer cuyo nombre me ha pedido que me reserve.
Se los comparto, así sin título porque así lo recibí.


Estamos aquí
una frente al otro, 
él me ha visto, yo tiemblo,
se acerca, su inmensidad me hace sentir pequeña,
en sus ojos se adivina la furia,
en los míos, el miedo.
Siento el impulso de correr,
las ganas de salir huyendo,
mas, no puedo.
Entonces el toro y yo, frente a frente,
él clava sus ojos furiosos en los míos,
brama, nos vemos,
sé que la embestida está a punto de llegar
y sólo puedo esperar,
por fin me arrastra,
duele, me despedaza....
Y ya al final lo poco que quede de mí
tendrá que levantarse...

lunes, 1 de abril de 2013

¿Ni rosas, ni tulipanes, ni margaritas?

Casi un mes tarde, pero no quise dejar de publicar aquí los diseños que realizara Giancarlo Contreras con base en esta frase que se me ocurrió.


La idea es que en las fechas conmemorativas podamos publicar o difundir algunos volantes, afiches y demás compartiendo reflexiones críticas sobre las conmemoraciones que se han trivializado o comercializado tanto en esta sociedad nuestra.


Los volantes los repartieron Juan Pablo Ozaeta y Gaby Miranda en la marcha del 8 de marzo y yo distribuí algunos en la Escuela de Ciencias Psicológicas ese día.