jueves, 26 de septiembre de 2013

¿Adolescencia?

De chiquito, despacito,
los de este mundo de locos
me enseñaron poco a poco:
Lo que debo, lo que tengo,
lo que puedo y lo que no;
por ser hijo, ser hermano,
compañero, ser amigo,
estudiante, ser pensante.
Me explicaron lo que esperan
de este niño cuando crezca.

Me dijeron los adultos
que yo tengo que ser yo.
Como ellos otro loco,
que de a poco, de a poquito
vaya siendo con el tiempo:
Bachiler o contador,
un maestro o un doctor;
lo que sea que yo quiera.
Y que no olvide que yo soy,
sobre todo, un chapín,
democrático, católico,
capitalista... y otra lista
de profesiones y adjetivos
que no entiendo cómo
Ellos pueden conjugar.

Las escalas de valores
que ahora con los años
yo ya pienso y ya cuestiono
no parecen ser congruentes.
Una dice Dios primero,
otra dice vos primero,
otra pone al dios dinero,
una pone el pisto al suelo.
Entre tanto y tanto hablar
no me canso de luchar.
Voy buscando identidad.

Pues dijeron los amigos
que yo tengo que ser yo.
Como ellos otro loco,
que de a poco, de a poquito,
vaya siendo con el tiempo
ingeniero, arquitecto,
abogado o soñador;
lo que sea que yo quiera.
Y que no me olvide que yo soy,
sobre todo, un chapín,
ecologista, patriota,
machista y otra lista
de profesiones y adjetivos
que no entiendo cómo
ellos pueden conjugar.

Hoy que pienso lo que quiero
lo que tengo como dones,
aptitudes y valores,
actitudes y razones;
que he encontrado y he aceptado
e integrado por mi historia
a mi vida, a mi ser.
Me doy cuenta
de que tengo identidad.
Pero esta identidad
va cambiando con la vida,
voy jugando otros roles

Y yo mismo me lo digo:
Que yo tengo que ser yo.
Como todos otro loco.
Que de a poco, de a poquito,
vaya siendo con el tiempo
un dentista, publicista,
filósofo o psicólogo.
Lo que sea que yo quiera.
Y que no me olvide que yo soy
Sobre todo un chapín,
humanista, comunista
pacifista y otra lista
de profesiones y adjetivos
que no entiendo cómo
yo podría conjugar.

(24/09/02)

lunes, 23 de septiembre de 2013

Frase

"La que me hizo esperar toda la vida, puede hacerme esperar toda la muerte,
pero vendrá a buscarme".

- Miguel Ángel Asturias.

Prohibido

Prohibido tener piernas y no caminar
tener alas y no volar
tener voz y no gritar
tener mente y no pensar
tener todo y no regalar
tener poco y no prestar
tener alma y no gozarla
tener cuerpo y no compartirlo
tener enojo y no sacarlo
tener amor y no usarlo
tener ideas y no escribirlas
tener colores y usar negro
tener luz y vivir en oscuridad;
vivir en oscuridad cuando hay luz.
Tener brazos y no abrazar
tener boca y no besar
tener ojos y sólo mirar
tener conciencia y ser injusto
De todo lo prohibido, para mi, 
tu no estas prohibido.



sábado, 21 de septiembre de 2013

14 de Septiembre, Centenario de Arbenz (1913 - 2013)

“Nuestro único delito consistió en decretar nuestras propias leyes y aplicarlas a todos sin excepción. Nuestro delito es haber iniciado una reforma agraria que afectó los intereses de la United Fruit Company. Nuestro delito es desear tener nuestra propia ruta el Atlántico, nuestra propia energía eléctrica y nuestros propios muelles y puertos, nuestro delito es nuestro patriótico deseo de avanzar, progresar y obtener una independencia económica que vaya de acuerdo con nuestra independencia política. Hemos sido condenados porque hemos dado a la población campesina tierra y derechos”

En ocasión del Centenario del Nacimiento de Juan Jacobo Árbenz Guzmán, me pareció oportuno rendir homenaje con este texto, que si bien no es de su autoría (sino de Manuel Fortuny) es uno de los textos más importantes del país y que fue pronunciado por él como discurso de renuncia.

Todos sabemos cómo han bombardeo y ametrallado ciudades, inmolado a mujeres, niños, ancianos y elementos civiles indefensos.
Todos conocemos la saña con la que han asesinado a los representantes de los trabajadores y de los campesinos en las poblaciones que han ocupado, especialmente en Bananera, donde hicieron una expedición punitiva contra los representantes de los trabajadores. Lo de Bananera fue un acto de de venganza de la frutera.
Nos hemos indignado ante los ataques cobardes de los aviadores mercenarios norteamericanos, que, sabiendo que Guatemala no cuenta con una fuerza aérea adecuada para rechazarlos, han tratado de sembrar el pánico en todo el país, han ametrallado y bombardeado a las Fuerzas Armadas que combaten en el oriente de la república, impidiendo sus operaciones, y hoy mismo han bombardeado y hundido a un barco mercante inglés que descargaba algodón en el puerto de San José.
¿En nombre de que hacen estas barbaridades? ¿Cuál es su bandera? Todos la conocemos también.
Han tomado como pretexto al comunismo. La verdad es muy otra. La verdad hay que buscarla en los intereses financieros de la compañía frutera y en los de los otros los monopolios norteamericanos que han invertido grandes capitales en América latina, temiendo que el ejemplo de Guatemala se propague a los hermanos países latinoamericanos.
El tiempo se encargado de demostrar que lo que ahora digo es verdad.
Sin embargo, ellos se aferran a sostener que comunismo internacional es el causante de lo que ocurre en Guatemala, y en nombre de ello es que tratan de ensangrentar aún más al país y de destruir nuestra economía.
Como mi gobierno ha sido acusado de ser de naturaleza comunista, sin que hayamos podido desvanecer que no lo es, aún cuando hemos empleado todos los medios para convencer a los elementos reaccionarios del mundo de que lo sostenido por los círculos gobernantes norteamericanos es una patraña, y cómo es esos círculos harán más despiadada la agresión contra Guatemala, he tomado una dolorosa y cruel determinación:
Después de meditarlo con una clara conciencia revolucionaria, he tomado una decisión de enorme trascendencia para nuestra patria, en la esperanza de detener la agresión y devolverle la paz a Guatemala.
He determinado abandonar el poder y poner el mando del ejecutivo de la nación en manos de mi amigo el coronel Carlos Enrique Díaz, jefe de las Fuerzas Armadas de la república.
10 Yo he depositado mi confianza en el coronel Díaz, porque estoy seguro que él sabrá garantizar la democracia en Guatemala y de que todas las conquistas sociales de nuestro pueblo serán mantenidas. Es por ello que creo que las organizaciones políticas democráticas y todas las organizaciones populares deben prestarle su respaldo y apoyo. Así os lo pido en mi último acto como gobernante de Guatemala.
11 Yo fui electo popular y mayoritariamente por el pueblo de Guatemala, pero he tenido que luchan en condiciones sumamente difíciles. La verdad es que la soberanía de un pueblo no se mantiene si no tienen los elementos materiales para defenderla.
12 Luchamos hasta donde las condiciones lo permitieran, hasta un punto en que ir más allá, se perdería todo lo que hemos ganado desde 1944 ; al tomar esta actitud no pienso más que en el pueblo, y por ello he creído de mi deber contribuirá hasta el último instante a salvar mucho lo que conquistamos en los pasados años revolucionarios.
13 La situación militar del país no es difícil, ni mucho menos. El enemigo que comanda las bandas mercenarias extranjeras reclutadas por Castillo Armas, no sólo es débil, sino que es incapaz y cobarde; lo hemos comprobado en los pocos combates que libramos. El enemigo logró avanzar y tomar el departamento Chiquimula exclusivamente por los ataques de la aviación mercenaria. Estimo que nuestros Fuerzas Armadas no encontrarán mayor dificultad en derrotarlo y arrojarlo del país.
14 Me hice cargo de la presidencia de la república con gran fe en el régimen democrático, en la libertad y en que es posible conquistar la independencia económica y política de Guatemala. Mi programa se orientaba a conseguir plenamente esos objetivos; sigo creyendo que ese programa es justo, no se ha quebrantado mi fe en las libertades democráticas, en la independencia de Guatemala y en todo lo bueno que impulsa a la humanidad hacia el futuro.
15 Algún día serán vencidas las fuerzas oscurantistas que hoy oprimen al mundo a trazado y colonial. Seguiré siendo, a pesar de todo, un combatiente de la libertad y del progreso de mi patria.
16 Os digo adiós, amigos míos, con amargo dolor, pero manteniendo firmé mis convicciones; guardad lo que tanto ha costado. Diez años de lucha, de lágrimas, de sacrificios y de conquistas democráticas, son muchos años, como para contradecir a la historia. No me han acorralado los argumentos del enemigo, sino los medios materiales con lo que cuenta para la destrucción de Guatemala.
17 Yo os hablé siempre de que lucharíamos costase lo que costase, pero ese costo desde luego no incluía la destrucción de nuestro país y la entrega de nuestra riquezas al extranjero, y eso podría ocurrir si no eliminamos el pretexto que ha enarbolando nuestro poderoso enemigo. Un gobierno distinto mío, pero inspirado siempre la revolución de octubre, es preferible a 20 años de tiranía fascistas y sangrienta bajo el poder de las bandas que ha traído Castillo armas al país.
18 No me resta sino agradecer profundamente la colaboración que me han prestado tantos buenos servidores de la nación. Los ministros de estado y los funcionarios y empleados públicos, en particular los servicios de la guardia civil y del ejército.
19 Desde el fondo del corazón agradezco el respaldo y el apoyo del partido acción revolucionaria, del partido de la Revolución guatemalteca, del partido renovación nacional, del partido guatemalteco del trabajo, y de las organizaciones populares que como la confederación general de trabajadores y la confederación nacional campesina, han defendido con tanta decisión los anhelos del pueblo de Guatemala.
20 Quizá piensen muchos que estoy cometiendo un error. En lo profundo de conciencia no lo creo así. Solamente un juicio histórico posterior podrá determinarlo.
21 Deseo que se mantengan las conquistas populares de octubre, que se restablezca la paz una vez hayan sido expulsados del país los invasores y que tenga éxito la gestión del gobierno que organice el coronel Carlos Enrique Díaz.
22 Con la satisfacción de quien cree que ha cumplido con su deber, con la fe en el porvenir yo digo:
23¡Viva la revolución de octubre! ¡Viva Guatemala!
Este discurso fue leído por el presidente Arbenz el domingo 27 de junio de 1954, al ser derrocado por un golpe de Estado encabezado por el Coronel Carlos Castillo Armas, con el apoyo militar y financiero de EE.UU.
que cita: como fuente a: http://www.radiotgw.gob.gt/ 
 Para escuchar el audio: http://www.youtube.com/watch?v=WXFihj4wD_k

martes, 17 de septiembre de 2013

lunes, 16 de septiembre de 2013

Construcción colectiva.



Uno de los efectos sociales de la modernización es, sin duda, la transformación del proceso a través del cual los sujetos se vinculan con el grupo al que pertenecen. En efecto, la identidad colectiva que suponía la imposición y transmisión de los rasgos culturales de un grupo. En el contexto social actual, en donde los sujetos están adscritos a diversos grupos, la construcción del sentido de pertenencia se dificulta, ya que los sujetos a través de sus múltiples interacciones cotidianas van seleccionando los repertorios culturales que responden a sus intereses y aspiraciones personales, así como a las exigencias sociales; de tal manera que la identidad colectiva se convierte en una construcción subjetiva y cambiante.

Mercado Maldonado, Asael, & Hernández Oliva, Alejandrina V. (2010). El proceso de construcción de la identidad colectiva. Convergencia, 17(53), 229-251.

 *Más fotos (aunque tal vez las mismas) : niheroesnitumbas.wordpress.com 
 

martes, 3 de septiembre de 2013

Sal con una chica que no lee.


Sal con una chica que no lee. Encuéntrala en medio de la fastidiosa mugre de un bar del medio oeste. Encuéntrala en medio del humo, del sudor de borracho y de las luces multicolores de una discoteca de lujo. Donde la encuentres, descúbrela sonriendo y asegúrate de que la sonrisa permanezca incluso cuando su interlocutor le haya quitado la mirada. Cautívala con trivialidades poco sentimentales; usa las típicas frases de conquista y ríe para tus adentros. Sácala a la calle cuando los bares y las discotecas hayan dado por concluida la velada; ignora el peso de la fatiga. Bésala bajo la lluvia y deja que la tenue luz de un farol de la calle los ilumine, así como has visto que ocurre en las películas. Haz un comentario sobre el poco significado que todo eso tiene. Llévatela a tu apartamento y despáchala luego de hacerle el amor. Tíratela. 
Deja que la especie de contrato que sin darte cuenta has celebrado con ella se convierta poco a poco, incómodamente, en una relación. Descubre intereses y gustos comunes como el sushi o la música country, y construye un muro impenetrable alrededor de ellos. Haz del espacio común un espacio sagrado y regresa a él cada vez que el aire se torne pesado o las veladas parezcan demasiado largas. Háblale de cosas sin importancia y piensa poco. Deja que pasen los meses sin que te des cuenta. Proponle que se mude a vivir contigo y déjala que decore. Peléale por cosas insignificantes como que la maldita cortina de la ducha debe permanecer cerrada para que no se llene de ese maldito moho. Deja que pase un año sin que te des cuenta. Comienza a darte cuenta. 
Concluye que probablemente deberían casarse porque de lo contrario habrías perdido mucho tiempo de tu vida. Invítala a cenar a un restaurante que se salga de tu presupuesto en el piso cuarenta y cinco de un edificio y asegúrate de que tenga una vista hermosa de la ciudad. Tímidamente pídele al mesero que le traiga la copa de champaña con el modesto anillo adentro. Apenas se dé cuenta, proponle matrimonio con todo el entusiasmo y la sinceridad de los que puedas hacer acopio. No te preocupes si sientes que tu corazón está a punto de atravesarte el pecho, y si no sientes nada, tampoco le des mucha importancia. Si hay aplausos, deja que terminen. Si llora, sonríe como si nunca hubieras estado tan feliz, y si no lo hace, igual sonríe. 
Deja que pasen los años sin que te des cuenta. Construye una carrera en vez de conseguir un trabajo. Compra una casa y ten dos hermosos hijos. Trata de criarlos bien. Falla a menudo. Cae en una aburrida indiferencia y luego en una tristeza de la misma naturaleza. Sufre la típica crisis de los cincuenta. Envejece. Sorpréndete por tu falta de logros. En ocasiones siéntete satisfecho pero vacío y etéreo la mayor parte del tiempo. Durante las caminatas, ten la sensación de que nunca vas regresar, o de que el viento puede llevarte consigo. Contrae una enfermedad terminal. Muere, pero solo después de haberte dado cuenta de que la chica que no lee jamás hizo vibrar tu corazón con una pasión que tuviera significado; que nadie va a contar la historia de sus vidas, y que ella también morirá arrepentida porque nada provino nunca de su capacidad de amar.
Haz todas estas cosas, maldita sea, porque no hay nada peor que una chica que lee. Hazlo, te digo, porque una vida en el purgatorio es mejor que una en el infierno. Hazlo porque una chica que lee posee un vocabulario capaz de describir el descontento de una vida insatisfecha. Un vocabulario que analiza la belleza innata del mundo y la convierte en una alcanzable necesidad, en vez de algo maravilloso pero extraño a ti. Una chica que lee hace alarde de un vocabulario que puede identificar lo espacioso y desalmado de la retórica de quien no puede amarla, y la inarticulación causada por el desespero del que la ama en demasía. Un vocabulario, maldita sea, que hace de mi sofística vacía un truco barato. 
Hazlo porque la chica que lee entiende de sintaxis. La literatura le ha enseñado que los momentos de ternura llegan en intervalos esporádicos pero predecibles y que la vida no es plana. Sabe y exige, como corresponde, que el flujo de la vida venga con una corriente de decepción. Una chica que ha leído sobre las reglas de la sintaxis conoce las pausas irregulares –la vacilación en la respiración– que acompañan a la mentira. Sabe cuál es la diferencia entre un episodio de rabia aislado y los hábitos a los que se aferra alguien cuyo amargo cinismo countinuará, sin razón y sin propósito, después de que ella haya empacado sus maletas y pronunciado un inseguro adiós. Tiene claro que en su vida no seré más que unos puntos suspensivos y no una etapa, y por eso sigue su camino, porque la sintaxis le permite reconocer el ritmo y la cadencia de una vida bien vivida. 
Sal con una chica que no lee porque la que sí lo hace sabe de la importancia de la trama y puede rastrear los límites del prólogo y los agudos picos del clímax; los siente en la piel. Será paciente en caso de que haya pausas o intermedios, e intentará acelerar el desenlace. Pero sobre todo, la chica que lee conoce el inevitable significado de un final y se siente cómoda en ellos, pues se ha despedido ya de miles de héroes con apenas una pizca de tristeza. 
No salgas con una chica que lee porque ellas han aprendido a contar historias. Tú con la Joyce, con la Nabokov, con la Woolf; tú en una biblioteca, o parado en la estación del metro, tal vez sentado en la mesa de la esquina de un café, o mirando por la ventana de tu cuarto. Tú, el que me ha hecho la vida tan difícil. La lectora se ha convertido en una espectadora más de su vida y la ha llenado de significado. Insiste en que la narrativa de su historia es magnífica, variada, completa; en que los personajes secundarios son coloridos y el estilo atrevido. Tú, la chica que lee, me hace querer ser todo lo que no soy. Pero soy débil y te fallaré porque tú has soñado, como corresponde, con alguien mejor que yo y no aceptarás la vida que te describí al comienzo de este escrito. No te resignarás a vivir sin pasión, sin perfección, a llevar una vida que no sea digna de ser narrada. Por eso, largo de aquí, chica que lee; coge el siguiente tren que te lleve al sur y llévate a tu Hemingway contigo. Te odio, de verdad te odio.

Charles Warnke