miércoles, 17 de abril de 2013

A qué huele el coño

Quiero introducirme con un texto que no es de mi propiedad, pero no lo pude haber dicho mejor...


"A QUÉ HUELE EL COÑO

El otro día, después de una comida muy agradable con gente muy bonita, a orillas de un volcán, un hombre, joven, guapo, inmerso en el mundo ”espiritual”, quiso hacerse el gracioso con un chiste sin ninguna gracia.
Yo, en luna roja, estaba delante.
La frase fue esta
”Me imagino a esa mujer sin bragas paseando en bicicleta y un hombre preguntándose ” chacho! y ese olor a pescao?”
A lo que siguieron unas risas forzadas cómplices de cualquiera que quiere hacer una gracia, diga lo que diga. Así de estúpid@s somos a veces los hombres y las mujeres. Tenemos tanto miedo a no ser aceptad@s por la manada que vivimos en contra de nuestros deseos, de nuestras ideas, diciendo sí cuando queremos decir no, riendo sin ganas, asintiendo con la cabeza mientras l@s otr@s hablan, sólo por no ser echados del grupo.
Por no quedarnos sol@s. Es un instinto de supervivencia que viene con nosotr@s. Sol@s, en el Paleolítico, no sobrevivíamos.
Y puede que hoy tampoco .
Pero yo creo que se puede un@ arriesgar a decir lo que piensa. Creo en el acto subversivo de no reirle a alguien las gracias en público. A riesgo de ser expulsada . Confío en el camino anchísimo que se abre el vivir sinceramente.
Así que, ese día, contesté:
” Mira, acabas de hacer un comentario muy desafortunado, sabes por qué? Porque no se qué coños habrás olido en tu vida, pero te aseguro que el mío no huele a pescado. Sabes a qué huele mi coño? A fruta madura, a sangre, a vida . Mi coño es sagrado. Y no te permito delante de mí, que menosprecies el olor del coño. Porque por chistes como éste venimos las mujeres arrastrando muchos siglos de represión. Ocultando nuestros flujos a l@s otr@s y a nosotras mismas. Por hombres así hemos tratado nuestro cuerpo como si fuera sucio y estuviera enfermo. Tu chiste favorece a un sistema patriarcal y machista que ha destrozado la sexualidad de la mujer y la ha pervertido. Nuestros flujos son los ríos de la vida.
Avergüénzate, sí, de hacer ese chiste. Y delante de mí, al menos, honra el olor sagrado que te dio la vida.“
Respetémonos, mujeres, que no nos repriman más.
Y que la re-evolución del ser humano, empiece por aquí."

20130107-182143.jpg

El texto pertenece al blog viajaamor.wordpress.com de una chica. 
Como comentario personal, no creo que solo nosotras hayamos permitido llegar a esta situación, sin embargo, no hemos hecho mucho para darnos a respetar. Hace unos días escuché la frase "el cuerpo es un monumento a la vida", y ahora también pienso "la vagina es un monumento a la vida". 
El cuerpo femenino sea cual sea su figura es digno de respetar y digno de celebrar. Todos emanamos olores y aunque no estemos acostumbrados a algunos, las mujeres debemos estar orgullosas de los que tenemos y ¿por qué no? de cómo olemos sin que nos de pena "ofender" a alguien más que, en la gran mayoría de los casos, seguramente no está por obligación cerca de nuestras vaginas. Como bien dice la chica en su blog "Sabes a qué huele mi coño? A fruta madura, a sangre, a vida". Somos vida, somos mujeres. Celebremos serlo con una de nuestras distinciones; la vagina.
-Paula






1 comentario:

  1. Me gustó mucho el texto. Me hizo pensar en varias conversaciones, tanto de hombres y mujeres que se "quejan" de los olores del cuerpo (particularmente del femenino), como en conversaciones sobre la importancia de afirmar nuestra realidad: ¡olemos!
    En esas reflexiones lo releí y se me ocurrió un agregado para el título: "¿A qué coño huele el coño?"

    ResponderEliminar