sábado, 25 de junio de 2016

El quehacer y la vida

Comparto un texto de Paula López, ojalá pronto una autora del blog:

Corté y podé mi arbusto de albahaca. Hice dos montoncitos. Agarré uno y pensé en pasarlo por mi cuerpo, porque me sentía cansada, enojada, triste y decepcionada por aquellas cosas injustas que pasan. Así como alguna vez vi que lo hacían quienes practican costumbres maya. La primer foto es el montón de albahaca que corté y la segunda foto es el manojo que agarré y que después de pasarlo por mi cuerpo, la noté diferente. Por supuesto me impresioné al ver que la segunda foto la albahaca estaba marchita habiendo sido cortada al mismo tiempo que la albahaca de la primer foto. 

Me puse a pensar en las cosas que sienten quienes pierden a sus familiares en desastres como el derrumbe-deslave de zona 3 el pasado miércoles 27 de abril. Quienes años por años padecen de condiciones laborales nefastas para mantener su vida "digna". Viniéndose a la ciudad dejando el interior del país porque encontrarán lo que la periferia no pudo darles.

Me indigné mucho este sábado en la práctica que superviso. Ante los testimonios de familiares que fallecieron en el derrumbe-deslave en el mal llamado relleno sanitario de zona 3, quienes expresaron: "no sé qué hacer tras la muerte de mi madre"; "Ahora los camiones de basura tienen la basura adentro porque no se puede tirar en el relleno, porque no está abierto y nos cobran Q 60.00 en Villa Nueva al ir a tirarla"; "La gente se escuchaba, gemía, los gritos por no poder salir a flote, porque como remolino se la llevó el montón de basura"; "se quemó la piel de las personas que sobre vivieron por el ácido que allí se genera"; "a pocos días de la celebración del día de la madre me quedé sin madre"; "la culpa la tienen los de la municipalidad por no escuchar que había una grieta que había que tapar"; "Q300.00 quetzales cobran por tener carnet para ser guajero y poder entrar al basurero para recibir los camiones de basura"; "sin embargo, la gente que quiere guajear se entra por otros lados"; "el alcalde auxiliar es quien reparte los patios para que los guajeros vayan a chatarrear"; "fue en el patio siete donde sucedió eso, se fue una excavadora y un camión de basura"; "ya queremos empezar a trabajar, porque cada día que no estamos allí no ganamos y vivimos al día".

Las condiciones que por años continúan manteniéndose en nuestra Guatemala. No interesa dar solución a un problema de nación. No interesa crear condiciones mejores para que las personas que día a día son guajeros, reciclan o venden lo reciclado, tengan un salario digno, u otras propuestas laborales, etc. El negocio del reciclado en el país, ya no es tan rentable como antes, pero sostiene a miles de familias y en ese sentido, todavía sirve para el sistema en el que vivimos. 

Los líderes invitaron al centro de práctica a participar en reuniones interinstitucionales para "ver cómo se puede ayudar a tantas familias afectadas". Donde descubrimos y vamos sabiendo hay muchos intereses personales, políticos e institucionales de no cambiar lo que hay.  Yo me pregunto, ¿qué hacemos y estamos haciendo como universidad para cambiar realmente las condiciones en las que vivimos, esas que nos molestan, esas que nos torturan, esas que torturan a otros y otras? ¿Alguna vez existirá algún movimiento que de solución a la situación de la basura que TODOS Y TODAS generamos? En todo caso, ¿el señor Alvaro Arzú dejará de maquillar la ciudad con parques y flores y se ocupará de este problema?

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