Claro que fue muy importante escuchar la noticia.
Pero ¡qué ganas de haber estado allí!
Por que fue alegre al corazón ver su pena en las fotos.
Pero ¡que ganas de haberle visto allí!
Allí en la silla de acusado
allí en la silla sin poder.
Allí en la justicia que a tantas negó
al permitir y promover el genocidio.
Con el mismo sentimiento de "fijación oral" le digo "¡jueputa!" al personaje que creo que se refiere. No pongo su nombre porque lo respete, sino porque no lo merece.
ResponderEliminarJamás sentir alegría por pena ajena fue tan permitido.