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miércoles, 6 de enero de 2016

¿Qué nombre le ponemos? (¿Qué nos traen los reyes?)

La necesidad de marcar el tiempo seguramente nos surgió -como especie- con la observación de los ciclos de la naturaleza.  Así, los cielos y las estaciones seguramente tienen que ver, yo creo que, más que el sol y la luna.  La repetición diaria del sol, la repetición mensual de la luna, como la intermitencia de las nubes son ciclos tan breves que apenas nos dejan pensar y extrañarles.
Los ciclos del cuerpo humano, como la respiración, las pulsaciones, el ciclo: ingerir - digerir - cagar no llama nuestra atención.  Quizá la menstruación, por esa asociación de la sangre con el dolor y el peligro, sea el que más nos llamó la atención.
Por cierto, ese ciclo no es de 28 días "por naturaleza".  Quiero decir: no siempre ha sido así.  Hay una historia detrás de la frecuencia con que una mujer menstrúa.  No es sólo una historia personal, o familiar; tampoco me refiereo sólo a la historia cultural, estoy hablando de la historia de nuestra especie. El proceso por el cual empezamos a tener relaciones sexuales sin que haya posibilidades "naturales/reales" de reproducirnos, es decir, cuando el sexo se nos descubrió como placer y empezó a dejar de ser instinto reproductivo.

(este link presenta algunos argumentos sobre la menstruación que resultan muy interesantes:
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/05/150428_vert_earth_mujeres_menstruacion_yv )

Así, el ciclo menstrual ha tenido diversas explicaciones y afectos asociados.  Lo mismo ha sido con los ciclos estacionales.  Y el modo de llevar la cuenta, el momento que se elije para "iniciar" el ciclo y de construir ritos al rededor de esos momentos simbólicos es una construcción sociocultural (redundo: histórica).
Digo, quemar cohetillos o fuegos artificiales (juegos pirotécnicos), luces chinas el dragón, o contar en reversa los últimos diez segundos de un año, reunirse para "vivir el cambio de siglo" (yo viví ese cambio y nada cambió), etcétera, son puros ritos que sostienen los valores y símbolos del sistema social que los produce.  Y ojo, no es una crítica a esos valores, sino una descripción del hecho.  Si me opongo a los valores y símbolos de este sistema, ya es otra cosa.

(este link sobre el "fin de siglo" me dejó más preguntas sobre el tema del cambio de ciclo [siglo, ciglo, ciclo, siclo, siglo, ciglo, ciclo, siclo...] https://es.wikipedia.org/wiki/Fin_de_si%C3%A8cle )

Todo esto para contar algo más íntimo y familiar.
Anoche mis hijos nos propusieron repetir el ejercicio del inicio del año pasado:
-Hagamos eso que hicimos el año pasado.
-¿Qué cosa?
-Que cada quien dice lo que quiere hacer este año, en qué quiere ser mejor y qué quiere cambiar.
-Ahh, buena idea, ¿quien empieza?

No sé ahora quién empezó, pero fue hermoso escuchar sus propósitos, llenos de amor y de esperanza.  Propusieron cosas como cuidar el cuerpo y disfrutarlo, estar más tiempo jugando, aprender de sus maestras y de sus compañeros [por si no lo notan, esa afirmación es más horizontal que la idea general sobre educación que tienen les alumnes de la universidad en la que trabajo], mantener mejor ordenadas las cosas de la casa "para que sea más fácil encontrar todo".  Y otras esperanzas entre lo trivial y fantástico que llena la vida infantil.  Nada de "Paz mundial" porque la guerra no les ha aparecido como problema, ni como posibilidad.  La guerra sigue siendo la de las galaxias.
Luego, el otro momento, también repitiendo al año pasado:
-Ahora decimos lo que queremos que los y la otra mantengan, lo que queremos que cambie y lo que se nos ocurre que podría gustarle.
-Pues yo sí quiero cambiar algo: no quiero enojarme tan fácil, noté que este año al menos tres veces, tampoco fueron muchas, pero sí me enojé por cosas que valían la pena.
Seguramente la película Intensamente algo nos fue dejando.  Por ahí íbamos, con el rito del cambio de año, hablando de cómo somos y qué queremos ser, cuando uno de ellos nos recordó otro rito que mantenemos:
-¿Qué nos traen los reyes?

De haber sabido, le contesto:
-Nos traerán la aprensión de trece exmilitares que produjeron muchísimo dolor.  Y luego, habría dicho: "los reyes no nos lo traen, la gente que lucha por un mundo mejor nos lo está preparando, desde hace años.  Los reyes, quienes piensan como tales nos traen pobreza y miseria en siglas como SMD.  Y por cierto, esos que piensan así, se toparon con esta otra noticia:

https://comunitariapress.wordpress.com/2016/01/05/la-puya-consejo-municipal-de-san-pedro-ayampuc-verificara-cierre-de-empresa-minera/

http://www.s21.com.gt/cierran-proyecto-minero-puya/2016/01/06/cierran-proyecto-minero-puya

A ver si tenemos más días de reyes.  Aunque, pensándolo mejor, pongámosle otro nombre.
*búsca efemérides y se topa con un montón de reyes:
http://www.hoyenlahistoria.com/efemerides/enero/6 *

¿Qué nombre le ponemos?

martes, 26 de agosto de 2014

Chaplines: La clase de los libros.

Tarde de domingo.
El almuerzo está muy divertido mientras jugamos con la comida y eso me recuerda una escena clásica del cine de Chaplin, la máquina de comer.
La supertecnología de hoy me permite mostrarles a mis hijos aquella comiquísima escena y nos seguimor riendo.
Luego intento reflexionar con ellos: ¿por qué necesitaría alguien una máquina así? Y claro, sus respuestas son profundas e inocentes: "por si pierden las manos", "por si se le cae la comida porque no tiene fuerzas..." y otras que incluyen una observación importantísima: "pero la máquina debe funcionar, si no, pasaría esto..." y ¡Zaz! un poquito de sopa cayó al piso.
Pero replico: ¿Por qué creen que Chaplin hizo una escena como esa? ¿qué creen que quería decir? difícil la pregunta pues no vimos la película, sino la escena.  Sus esfuerzos por responder nos hacen reír cada vez más: "¡porque quería una que le haga así!" dijo uno mientras imita la genial servilleta de la máquina. Y el otro: "¡porque quería comer muchos elotes!" mientras mueve la cabeza de un lado a otro casi mordiéndose los dedos.
Entonces, explico que en la película la máquina se la ofrecen al dueño de la fábrica, quien quiere verla pues cree que así las personas podrían seguir trabajando mientras comen.  Claro, di más vueltas y rodeos para explicárselos.  Y también es claro que otros poquitos de comida cayeron al piso mientras hablábamos.
Finalmente, redondeo: "Chaplin quiso decir algo que le molestaba: cada vez la gente tenía menos tiempo libre en su trabajo, la explotación crecía y crece, al punto de limitar el tiempo del recreo y la comida. Pero lo dijo con una escena graciosa"  Y luego, pasamos al hacer: "¿Qué cosa que nos molesta podríamos decir con una escena graciosa?"
Mis Chaplins tienen imaginación en technicolor, es más, vemos sus escenas en 3D o 4D.  Su actuación es genial y el guión insuperable.
-Yo quiero quejarme porque mi mochila pesa mucho.
-Entonces pongamos una máquina que te lleva la mochila, tan rápido que te bota...
-Luego, intento llenar una mochila muy grandootaa... pero no es más alta, sino que sólo me crece así... como una gran joroba. Y al bajar del carro: ¡Ay! me caigo de espaldas.
-Entonces, como mi mochila no pesa tanto, porque estoy en prepa, yo te ayudo a sacarle algunos libros.
-Y yo te doy más y más... y saco unos que me voy a llevar en las manos.
-Y cuando yo quiero entrar al colegio: ¡Bang! me choco en la pared y fizzz, fuzzz... fazzz... los libros caen por todos lados fuzzz.... fizzz.
-Entonces me tropiezo con los que tu botaste y me caigo, y salen volados todos mis cuadernos y hasta mi estuche que estaba en la mochila.  El estuche se abre y se sale todo.
-Entonces, papi, tenés que bajarte del carro y ayudarnos a llevar todo hasta la clase de mi hermano.
-Y en mi clase ya no caben los niños, ni las niñas, ni la maestra... en mi clase sólo hay libros.

La Escena: https://www.youtube.com/watch?v=_OKs2MWaBcA

(estaba para publicar el 25, lamento la demora)

jueves, 28 de febrero de 2013

El Cara de Papa

Aunque el título en este día en que termina el papado de Benedicto XVI puede hacer pensar que escribiré sobre él, no es así.  Quiero compartirles un poema de un amigo mío muy cercano.

El Cara de Papa

Tengo un juguete
que me entretiene.

Es un cara de papa
que aparece en el mapa
disfrazado de robot
o vestido de bombero
yo lo uso primero
y se lo presto a mi hermano
mientras como banano.

(Gabriel - 7 años)