martes, 10 de diciembre de 2013

Reflexiones de Una Extra-Terrestre III

En el tiempo que llevo viviendo en la tierra me he dado cuenta que los seres humanos conllevan mucho en cuanto a su relación con la sociedad y consigo mismos. No sólo implica ser humano, sino que también implica sentirse creérselo

En mi último escrito establecí un objetivo, el cual fue llevado a cabo con éxito. Entablé relación con un humano, macho (aunque debo decir "de sexo masculino" ya que el "macho" en Guatemala aparentemente es un problema, según las mujeres del mercado), de edad adulta (37 años). Se le puede identificar como Jerónimo Gonzalo Santiago de la Cruz. Es mi vecino. Iniciamos nuestra primera conversación en el mercado de la comunidad. Antes de detallar mi primer encuentro con Jerónimo (me permito llamarlo por su primer nombre debido a nuestro grado de confianza) me es grato resaltar el gusto que he adquirido por asistir al mercado local. Me siento muy cómoda al caminar dentro de dicho lugar debido a que los asistentes parecen conocerse los unos con los otros. Puedo concluir que es un centro común de reunión para las personas aledañas ya que se percibe la comunión entre ellas. En mi regreso a casa debo promover este tipo de reuniones y, si se me permite, la creación de mercados.

Jerónimo es un joven soltero, condición en la que ya no se quiere encontrar y puedo percibir algunas veces que me ve como un prospecto para emparejarse de por vida. Al tener esta percepción pude comprobar el por qué de usar a los humanos en la literatura universal en relación al amor. Los humanos buscan una pareja con la que deseen pasar el resto de sus vidas y esto, aparentemente, es sumamente romántico; romanticismo que nos hace falta muchas veces. Disfuncional, pero romántico. Es interesante, ya que se arriesgan a que si la pareja muere, ya no tengan con quien compartir el resto de su vida y buscarse otra pareja conlleva muchos sacrificios sociales, aunque debo de investigar más sobre esto.

Luego de dejarle claro a Jerónimo que yo soy una turista (no imagino que podría pasar si se enterara que soy turista ¡pero de otro planeta!) y que no pretendo pasar más de un año en Guatemala (o en el planeta Tierra), hemos podido involucrarnos más en cuanto a nuestra amistad. La relación se basa en caricias (Llamaré caricia a todo acto que sea desinteresado hacia la otra persona). Nuestra primera caricia se basa en comunicación. Para incrementar la amistad Jerónimo me ha establecido, inconscientemente, que es importante el intercambio constante de nuestras ideas y de nuestro sentir. Acto que es muy parecido con los de mi especie. La segunda caricia se basa en confianza. Jerónimo ha logrado intimar conmigo de tal forma que me ha confesado secretos sobre su vida pasada. Él me dice más cosas de las que yo le puedo corresponder (¿qué tanto le puedo decir?). En una ocasión me confesó que estuvo casado (casado con "s", no con "z". Si fuera con "z" el significado es curiosamente diferente) con una mujer 7 años más joven que el y que esto no funcionó debido a una infidelidad (tuvo relaciones sexo-genitales con otra mujer sin intenciones de procreación y esto concluyó en la separación del matrimonio). ¡Ajá! En realidad no son tan románticos como pensábamos...

Nuestra tercera caricia se basa en diversión. Me es grato hacerle reír y me agrada cuando el me hace reír. Muchas veces reímos cuando tomamos alcohol, otras cuando fumamos (ilegalmente debo admitir) marihuana. Los humanos se sorprenderían de todo lo que pueden hacer con la marihuana si dejaran de usarla sólo para recreación y de satanizarla hasta cierto punto; sin embargo, algunos ya la utilizan con fines medicinales. Muchas otras veces nos divertimos sin el uso de ningún estupefaciente. Esas son las mejores y que, a mi parecer, son las que han fortalecido la relación de amistad. 

Así como han habido cosas positivas, las hay negativas. Jerónimo me ha mentido en algunas ocasiones y al parecer, el no sabe que sé que el miente. Este descubrimiento ha sido de suma importancia para mi investigación, ya que la mentira es parte fundamental de las relaciones humanas. Aparentemente es importante para ellos estar siempre "bien", así que mienten para mantener ese "bienestar". Se sorprenderían si convivieran con nosotros; nadie procura vivir en un estado de bienestar constante porque tal cosa ¡no existe! Hay momentos de bienestar y hay momentos incómodos, los cuales son necesarios y no hay que evitarlos con mentiras. Supongo es parte de su evolución y nadie debe involucrarse en su proceso de aprendizaje.

Al principio resalté lo que conlleva ser humano, ya que, gracias a mi relación con Jerónimo, he conocido otros humanos que parecieran no estar muy a gusto con su especie. Mi siguiente objetivo será investigar la relación de Jerónimo con estas personas y a estas personas en si. Debo investigar también la relación de "Dios" (con mayúscula) con los humanos. ¿Por qué creen en un Dios? ¿Por qué piensan que es masculino? ¿Por qué si creen en un ser tan hermoso, no son seres hermosos? Claro, yo conozco a Jerónimo, pero él supongo que es diferente; o bien, pueda ser el llamado "amor" la razón por la que veo algo diferente en Jerónimo, cuando el puede ser perfectamente igual a los demás. Será interesante.


1 comentario:

  1. Me encantaron algunas frases, dentro del encanto de todo el texto:

    “Disfuncional, pero romántico.”

    "En una ocasión me confesó que estuvocasado (casado con "s", no con "z". Si fuera con "z" el significado es curiosamente diferente)"

    "¡Ajá! En realidad no son tan románticos como pensábamos..."

    "…nadie procura vivir en un estado de bienestar constante porque tal cosa ¡no existe! Hay momentos de bienestar y hay momentos incómodos, los cuales son necesarios y no hay que evitarlos con mentiras."

    ¡Qué genial serie de publicaciones, Paula!

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