Si pudiera quemar las armas, no lo dudaría
Si pudiera cortar los látigos, no lo dudaría
Si pudiera enseñarle la verdad a la mentira, no lo dudaría
Si pudiera acariciar al dolor, no lo dudaría
Si pudiera sólo hablarle al grito, no lo dudaría
Si pudiera pintar el blanco, no lo dudaría
Si pudiera abrazar al odio, no lo dudaría
Si pudiera alimentar al hambre, no lo dudaría
Si pudiera cantarle al silencio, no lo dudaría
Si pudiera borrar el evidente futuro, no lo dudaría
Si pudiera pegar los árboles cortados, no lo dudaría
Pero, si pudiera mandar todo a la mierda, eso si lo dudaría.
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