Teníamos que
combatir el silencio
Ya no
aguantábamos más
Tú,
besándome el cuello
Yo,
chupándome los labios
Pero sin
ningún sonido.
Teníamos
que combatir el silencio
Ya no
aguantábamos más
Tú,
descosiéndome la blusa
Yo,
arrancándote el pantalón
Pero nadie
decía nada.
Seguíamos
luchando.
Teníamos
que combatir el silencio
Ya no
aguantábamos más
Tú,
corrompiendo.
Yo,
pecando.
Pero no nos
atrevíamos a hablar.
Teníamos
que combatir el silencio
Ya no
aguantábamos más.
Tu,
penetrándome.
Yo,
bailando sobre ti.
Hasta que
ganamos.
¡Ganamos la
batalla del silencio!
Salió mi gemido. Del mismo placer del orgasmo,
Del mismo
placer con el que me tomaste el pelo,
Del mismo
placer con que me besaste el cuello,
Del mismo placer
del pecado,
Del mismo
placer de la gloria.
De ese
mismo, de haberle ganado al silencio.
Ninguna
guerra fue tan disfrutada
Y tan bien
terminada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario