“Nuestro único delito consistió en decretar nuestras propias
leyes y aplicarlas a todos sin excepción. Nuestro delito es
haber iniciado una reforma agraria que afectó los intereses de la United Fruit Company. Nuestro delito es desear tener nuestra propia ruta el Atlántico, nuestra
propia energía eléctrica y nuestros propios muelles y puertos, nuestro delito
es nuestro patriótico deseo de avanzar, progresar y obtener una independencia
económica que vaya de acuerdo con nuestra independencia política. Hemos sido condenados porque hemos dado a la población campesina tierra y
derechos”
En ocasión del Centenario del Nacimiento de Juan Jacobo Árbenz Guzmán, me pareció oportuno rendir homenaje con este texto, que si bien no es de su autoría (sino de Manuel Fortuny) es uno de los textos más importantes del país y que fue pronunciado por él como discurso de renuncia.
1 Todos sabemos cómo han bombardeo y
ametrallado ciudades, inmolado a mujeres, niños, ancianos y elementos civiles
indefensos.
2 Todos conocemos la saña con la que
han asesinado a los representantes de los trabajadores y de los campesinos en
las poblaciones que han ocupado, especialmente en Bananera, donde hicieron una
expedición punitiva contra los representantes de los trabajadores. Lo de
Bananera fue un acto de de venganza de la frutera.
3 Nos hemos indignado ante los
ataques cobardes de los aviadores mercenarios norteamericanos, que, sabiendo
que Guatemala no cuenta con una fuerza aérea adecuada para rechazarlos, han
tratado de sembrar el pánico en todo el país, han ametrallado y bombardeado a las
Fuerzas Armadas que combaten en el oriente de la república, impidiendo sus
operaciones, y hoy mismo han bombardeado y hundido a un barco mercante inglés
que descargaba algodón en el puerto de San José.
4 ¿En nombre de que hacen estas
barbaridades? ¿Cuál es su bandera? Todos la conocemos también.
5 Han tomado como pretexto al comunismo.
La verdad es muy otra. La verdad hay que buscarla en los intereses financieros de
la compañía frutera y en los de los otros los monopolios norteamericanos que
han invertido grandes capitales en América latina, temiendo que el ejemplo de
Guatemala se propague a los hermanos países latinoamericanos.
6 El tiempo se encargado de demostrar
que lo que ahora digo es verdad.
Sin embargo, ellos se aferran a sostener que comunismo internacional es el causante de lo que ocurre en Guatemala, y en nombre de ello es que tratan de ensangrentar aún más al país y de destruir nuestra economía.
Sin embargo, ellos se aferran a sostener que comunismo internacional es el causante de lo que ocurre en Guatemala, y en nombre de ello es que tratan de ensangrentar aún más al país y de destruir nuestra economía.
7 Como mi gobierno ha sido acusado de
ser de naturaleza comunista, sin que hayamos podido desvanecer que no lo es,
aún cuando hemos empleado todos los medios para convencer a los elementos
reaccionarios del mundo de que lo sostenido por los círculos gobernantes
norteamericanos es una patraña, y cómo es esos círculos harán más despiadada la
agresión contra Guatemala, he tomado una dolorosa y cruel determinación:
8 Después de meditarlo con una clara
conciencia revolucionaria, he tomado una decisión de enorme trascendencia para
nuestra patria, en la esperanza de detener la agresión y devolverle la paz a
Guatemala.
9 He determinado abandonar el poder y
poner el mando del ejecutivo de la nación en manos de mi amigo el coronel
Carlos Enrique Díaz, jefe de las Fuerzas Armadas de la república.
10 Yo he depositado
mi confianza en el coronel Díaz, porque estoy seguro que él sabrá garantizar la
democracia en Guatemala y de que todas las conquistas sociales de nuestro
pueblo serán mantenidas. Es por ello que creo que las organizaciones políticas
democráticas y todas las organizaciones populares deben prestarle su respaldo y
apoyo. Así os lo pido en mi último acto como gobernante de Guatemala.
11 Yo fui electo
popular y mayoritariamente por el pueblo de Guatemala, pero he tenido que
luchan en condiciones sumamente difíciles. La verdad es que la soberanía de un
pueblo no se mantiene si no tienen los elementos materiales para defenderla.
12 Luchamos hasta
donde las condiciones lo permitieran, hasta un punto en que ir más allá, se
perdería todo lo que hemos ganado desde 1944 ; al tomar esta actitud no pienso
más que en el pueblo, y por ello he creído de mi deber contribuirá hasta el
último instante a salvar mucho lo que conquistamos en los pasados años
revolucionarios.
13 La situación
militar del país no es difícil, ni mucho menos. El enemigo que comanda las
bandas mercenarias extranjeras reclutadas por Castillo Armas, no sólo es débil,
sino que es incapaz y cobarde; lo hemos comprobado en los pocos combates que
libramos. El enemigo logró avanzar y tomar el departamento Chiquimula
exclusivamente por los ataques de la aviación mercenaria. Estimo que nuestros
Fuerzas Armadas no encontrarán mayor dificultad en derrotarlo y arrojarlo del
país.
14 Me hice cargo de
la presidencia de la república con gran fe en el régimen democrático, en la
libertad y en que es posible conquistar la independencia económica y política
de Guatemala. Mi programa se orientaba a conseguir plenamente esos objetivos;
sigo creyendo que ese programa es justo, no se ha quebrantado mi fe en las
libertades democráticas, en la independencia de Guatemala y en todo lo bueno
que impulsa a la humanidad hacia el futuro.
15 Algún día serán
vencidas las fuerzas oscurantistas que hoy oprimen al mundo a trazado y
colonial. Seguiré siendo, a pesar de todo, un combatiente de la libertad y del
progreso de mi patria.
16 Os digo adiós,
amigos míos, con amargo dolor, pero manteniendo firmé mis convicciones; guardad
lo que tanto ha costado. Diez años de lucha, de lágrimas, de sacrificios y de
conquistas democráticas, son muchos años, como para contradecir a la historia.
No me han acorralado los argumentos del enemigo, sino los medios materiales con
lo que cuenta para la destrucción de Guatemala.
17 Yo os hablé siempre de que lucharíamos costase lo que costase, pero ese costo desde luego
no incluía la destrucción de nuestro país y la entrega de nuestra riquezas al
extranjero, y eso podría ocurrir si no eliminamos el pretexto que ha
enarbolando nuestro poderoso enemigo. Un gobierno distinto mío, pero inspirado
siempre la revolución de octubre, es preferible a 20 años de tiranía fascistas
y sangrienta bajo el poder de las bandas que ha traído Castillo armas al país.
18 No me resta sino
agradecer profundamente la colaboración que me han prestado tantos buenos
servidores de la nación. Los ministros de estado y los funcionarios y empleados
públicos, en particular los servicios de la guardia civil y del ejército.
19 Desde el fondo del
corazón agradezco el respaldo y el apoyo del partido acción revolucionaria, del
partido de la Revolución
guatemalteca, del partido renovación nacional, del partido guatemalteco del trabajo,
y de las organizaciones populares que como la confederación general de
trabajadores y la confederación nacional campesina, han defendido con tanta
decisión los anhelos del pueblo de Guatemala.
20 Quizá piensen
muchos que estoy cometiendo un error. En lo profundo de conciencia no lo creo
así. Solamente un juicio histórico posterior podrá determinarlo.
21 Deseo que se
mantengan las conquistas populares de octubre, que se restablezca la paz una
vez hayan sido expulsados del país los invasores y que tenga éxito la gestión
del gobierno que organice el coronel Carlos Enrique Díaz.
22 Con la
satisfacción de quien cree que ha cumplido con su deber, con la fe en el
porvenir yo digo:
23¡Viva la
revolución de octubre! ¡Viva Guatemala!
Este discurso fue leído por el presidente Arbenz el domingo 27 de junio de 1954, al ser derrocado por un golpe de Estado encabezado por el Coronel Carlos Castillo Armas, con el apoyo militar y financiero de EE.UU.
que cita: como fuente a: http://www.radiotgw.gob.gt/
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